Una noche, caminando por las calles de Hong Kong, más precisamente por la conocida Nathan Road, en el distrito de Kowloon, nos encontramos con una situación bastante peculiar.
Había un grupo de personas amontonadas observando a tres adolescentes apoyando la mano en un sensor contra un cartel de aviso publicitario en la parada de bus de la estación Tsim Sha Tsui. Como estaba todo en chino y la curiosidad me mataba, me acerqué a una de las chicas y le pregunté que era lo que hacían.